Octubre es reconocido mundialmente como el mes rosa, pues se busca concientizar a mujeres y a hombres sobre el cáncer de mama, su prevención y detección temprana. Por este motivo, la Universidad Autónoma de Manizales se sumó a la sensibilización sobre este tema a través de la promoción del autoexamen entre los miembros de la comunidad UAM. 

Es importante destacar que, la Organización Mundial de la Salud confirmó que, en 2020 fueron diagnosticadas 2.26 millones de personas con esta enfermedad, convirtiéndose en el tipo de cáncer más frecuente en la población. 

Recuerda que el cáncer de mama es una patología que nos afecta a todos. Es decir, que la pueden padecer hombre y mujeres, y para prevenirlo se deben seguir las siguientes recomendaciones:

• Consume frutas y verduras frescas, evita los alimentos procesados, frituras, carnes ahumadas, alimentos con sobre cocción y disminuye el consumo de azúcar y sal. 
• Evita el sedentarismo y practica ejercicio diario, mínimo, por 15 minutos.
• Modera el consumo de alcohol y elimina el consumo de tabaco. 

Para complementar la prevención, desde los 20 años debes realizar el autoexamen de mama. Debes hacerlo alrededor de 8 días después de tu menstruación y, si eres irregular, ya estás en la menopausia o eres hombre, debes elegir la misma fecha cada mes. Adicionalmente, a partir de los 40 años debes acudir al médico para que pueda realizar un examen clínico de mama. 

A partir de los 50 años, se debe realizar una mamografía cada dos años. Adicionalmente, si tienes factores de riesgo o algún hallazgo anormal, independientemente de tu edad, debes acudir a tu médico para que pueda examinarte y tomar las medidas pertinentes.

A continuación, en el siguiente video podrás conocer cómo realizar adecuadamente el autoexamen: 

Finalmente, ten en cuenta los signos de alarma por los que debes acudir al médico en caso de presentarlos: 

• Secreción de líquidos o sangre por el pezón.
• Dolor en cualquier parte de las mamas o axilas.
• Inflamación debajo de la axila o alrededor de la clavícula.
• Cambios en la piel como zonas ásperas, rugosas o hundimientos.
• Cambio notable en el tamaño de las mamas.
• Presencia de masas o bultos en las mamas o axilas (inclusive si no son dolorosas).
• Endurecimiento o hinchazón de una parte de las mamas.
• Hundimiento del pezón o cambios en su posición.

Recuerda que la detección temprana salva vidas. 

Fuentes: Liga contra el Cáncer- Organización Mundial de la Salud