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Las estrategias de marketing desarrolladas actualmente por las empresas y difundidas por diferentes medios, entre ellas las redes sociales, buscan incentivar los procesos de compras, mostrando los innumerables beneficios de todos sus productos indicando en sus ofertas de valor las necesidades que pueden llegar a cubrir con su uso y la manera en cómo puede sentirse al adquirirlo.

Compras

Esto nos motiva como compradores, al pensar en un deseo o necesidad que se nos presenta, a buscar la forma de obtenerlos sin importar en muchas ocasiones, si se cuenta o no con los recursos financieros disponibles. 

Durante la época de festividades navideñas, las personas buscan adquirir productos en altos volúmenes que se convierten en obsequios, o de manera importante cubrir deseos de consumo como la compra de ropa y calzado, entre otros. Sin embargo, al realizar estas compras, las personas recibimos mensajes publicitarios tales como: ofertas, descuentos, “lleve ahora y pague después”, productos al 50%, pague uno y lleve dos, etc., que hacen que nuestro cerebro acepte de manera positiva este incentivo hacia la compra de los productos, y por impulso terminamos adquiriendo diferentes productos excediendo el dinero que teníamos destinado a ello. 

Vivimos en una época motivada por la inmediatez y presión social, donde comprar algo nuevo genera una sensación de satisfacción y felicidad. Hoy la sociedad valora el tener y estar a la vanguardia en aspectos como tecnología, moda y conectividad, y sin darnos cuenta poco a poco creamos necesidades demandadas por la sociedad y caemos en el juego del consumo, sin ser conscientes de las consecuencias qué esto puede generar en detrimento de nuestras finanzas personales. 

Las compras por impulso generan satisfacción en el momento. Pero cuando llegan las cuentas y hacemos los cálculos de lo que realmente hemos gastado en esas adquisiciones, comprendemos que nos hemos metido en dificultades por la forma de financiar dichos gastos. Si se realizaron los pagos en efectivo, entendemos que ya no contaremos con disponible para destinar a otros objetivos. Si pagamos por medio de tarjetas de crédito, reflexionamos sobre el costo financiero asumido por los intereses y las obligaciones adquiridas, que comprometen nuestros ingresos a futuro para poder pagar lo que se acaba de comprar. 

Para mejorar este comportamiento y realizar las compras decembrinas de manera responsable, propongo tener en cuenta los siguientes puntos:
 

1. Construye un presupuesto: Identifica con anticipación lo que deseas comprar y en qué cantidad, o presupuesta por obsequio según las personas que tengas en mente. Asigna un valor determinado e identifica cuánto es el valor máximo que puedes pagar por cada obsequio. 
2. Al realizar la compra, NO excedas el presupuesto planteado. Tomate el tiempo de decidir y pensar en las consecuencias de gastar más en cada compra. Si vas a pagar con tarjeta de crédito, hazlo a una sola cuota para que puedas aprovechar los beneficios ofrecidos por los bancos y al mismo tiempo, no tengas que pagar altos intereses. Si tienes que pagar a más de una cuota, analiza el impacto que tendrán los intereses en tu presupuesto y analiza si es viable para ti esa compra . 
3. Antes de realizar la compra analiza el beneficio, necesidad y deseo que este suplirá aplica la “regla de espera”, la cual consiste en tomarse un momento para poder reflexionar si esta compra realmente será para ti completamente satisfactoria y no generará dificultades financieras posteriores. 

Un consumidor financieramente responsable, es aquel que de manera consciente conserva una provisión financiera destinada al ahorro y la inversión, toma decisiones informadas antes de realizar el proceso de compra, identifica el valor total disponible para el gasto en estos bienes, mantiene un equilibrio entre lo que recibe y lo que consume, es decir, no gasta más de lo que gana.  

¡No lo olvides!

Presupuesta con anticipación tus compras y trata de controlar tus niveles de gastos. Las compras por impulso solo te darán satisfacción por corto tiempo, analiza las consecuencias sobre tu capacidad de pago, para que puedas disfrutar los beneficios de unas finanzas saludables. 

Noticia realizada por: Tania Cardona Rondón, estudiante de Ingeniería Industrial - Corresponsal UAM.

Además, Tania es estudiante de Procesos de Investigación II, Asistente en el proyecto de investigación: “Determinantes del comportamiento, actitud y percepción de riesgo, frente a inversión y financiación desde perspectivas financieras, psicológicas y sociológicas en las universidades de Manizales y Bogotá”.

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