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Las criptomonedas son “dinero electrónico”, las cuales se crean a partir de diferentes algoritmos de encriptación y desarrollo, tales como el Blockchain. Estas nacieron con la ideología de permitir el pago descentralizado, es decir, sin la intervención y escrutinio de la banca y el Estado, convirtiéndose en un mecanismo de transacción entre individuos.

Una criptomoneda y su algoritmo de encriptación, buscan cumplir ciertas dinámicas similares a una moneda corriente, en donde la oferta y demanda determinan su precio. Al momento de lanzar una nueva criptomoneda a los mercados, sus creadores definen una cantidad total a la cual debe llegar para que posea un valor significativo antes de ingresar a cotizarse, luego se liberan al mercado, y si logran suficiente demanda, las personas comenzarán a ofertar dinero por ellas y su valor incrementará de manera que inicien intercambios entre ellas.

Las criptomonedas ganaron popularidad debido a la comercialización del BITCOIN, la cual se lanzó al mercado en el año 2010, con un precio base de 9 centavos de dólar. Sin embargo, el origen verdadero de las criptomonedas se remota al año 1983, donde el criptógrafo estadounidense David Chaum, desarrolló el primer sistema criptográfico llamado eCash y se utilizó como dinero electrónico de 1995 a 1998 en algunos bancos norteamericanos.

 

El auge por este tipo de inversiones, hizo que el precio del Bitcoin en mayo de 2017 alcanzara máximos de cotización hasta por 20.000 dólares americanos, generando oleadas de fanáticos y especuladores, que observaban el gran crecimiento de esta cripto como una excelente opción de inversión, lo cual generó valorizaciones máximas hasta por 68.000 dólares americanos en noviembre de 2021, y caídas en su precio cotizándose actualmente por 25.000 mil dólares aproximadamente.

En los mercados, existen más de 12 mil criptomonedas registradas en CoinGecko a la fecha, lo que demuestra su facilidad de creación y posicionamiento, en donde cualquier persona con conocimiento en sistemas de encriptación puede desarrollar por si mismo o en colaboración con una empresa como Ethereum (la segunda criptomoneda más popular), su propia criptomoneda y lanzarla al mercado, generando altos riesgos de desinformación (Pump and Dump), al invertir en marketing y generar expectativa y especulación para que los inversionistas la consideren con un futuro prometedor y así aumente su valor en el corto plazo.

De acuerdo a lo anterior, se puede entender que las criptomonedas no necesariamente reflejan un valor de cambio que sea posible utilizar en cualquier tipo de transacción comercial o financiera, entendiéndose que es un medio de pago que ha venido ganando terreno y que aunque no cuenta actualmente con una regulación estatal, si está siendo utilizado por una cantidad significativa de personas, empresas y países que aceptan su valor, por lo cual debe conocerse su existencia y su manejo. Antes de realizar una adquisición de este tipo te invitamos a investigar, estudiar y entender el funcionamiento e implicaciones de su compra y posesión.

“No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale,

 porque es un buen siervo y un mal amo”

Alejandro Dumas

El Conde de Montecristo

 

Criptomonedas: ¿Inversión o especulación?

Actualmente, existe una táctica relevante para determinar qué tipos de criptomonedas podrían ser una compra viable, la cual se centra en la misma estrategia utilizada con cualquier otra divisa común en el mercado. Esta se enfoca en cuestionarse sobre el tipo de respaldo. Mientras que las divisas son soportadas por las economías y bancos centrales de cada país; las criptomonedas cuentan con el respaldo de organizaciones, empresas o proyectos. En el caso del Bitcoin, la tecnología y respaldo real es el proceso de encriptación peer to peer (P2P), mientras que el Ethereum tiene como base el proyecto de encriptación Blockchain. Se ha podido identificar que algunas criptomonedas también han estado respaldadas por fundaciones o proyectos medioambientales.

Actualmente, la mayoría de las criptomonedas no han sido utilizadas como divisas de libre circulación en las economías debido a su alto nivel de variación o volatilidad, por lo cual, tampoco son considerados como una inversión que conserve o aumente el ahorro, lo que permite el proceso de especulación. Las personas especulan con una criptomoneda cuando generan expectativas altas frente al precio que puede alcanzar en el corto y mediano plazo, esperando obtener grandes sumas de dinero, sin embargo, esto puede o no ocurrir si se tiene en cuenta el riesgo y el proyecto que lo respalde.  

Recuerda que el hecho de que algo valga mucho, no necesariamente significa que sea valioso. Por eso, te recomendamos buscar información sobre los proyectos que involucran las criptomonedas y no solo tener en cuenta las variaciones de los precios, la influencia de las redes sociales o la charla de quien quiere involucrarte en una cadena. Busca, analiza, conoce e investiga a profundidad la información de la inversión en la cual deseas involucrarte.

Y tú … ¿En cuál criptomoneda invertirías? 

 

Noticia realizada por: Mateo Bedoya Martínez

Estudiante de Economía - Corresponsal UAM

Estudiante de Práctica Empresarial, Asistente de Investigación en el proyecto de investigación: “Determinantes del comportamiento, actitud y percepción de riesgo, frente a inversión y financiación desde perspectivas financieras, psicológicas y sociológicas en las universidades de Manizales y Bogotá”.

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