
10 pasos para afrontar momentos difíciles
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una fecha que nos invita a cuidar nuestra salud mental y a acompañar a quienes atraviesan momentos difíciles. Hablar de lo que sentimos, pedir ayuda y contar con herramientas prácticas puede marcar una gran diferencia en nuestro bienestar.
Por eso, hemos reunido 10 pasos sencillos y efectivos que pueden ayudarte a calmarte, recuperar el equilibrio y volver a conectar contigo mismo cuando las emociones se vuelven abrumadoras. Son acciones pequeñas, pero poderosas, que han demostrado ayudar a las personas a sentirse mejor y a retomar poco a poco el control de sus pensamientos y emociones.
1. Pausa y respira
Cuando las emociones se desbordan, el cuerpo entra en modo de alerta. Respirar profundamente y de forma lenta ayuda a calmar el ritmo cardíaco y reducir la tensión.
Prueba este ejercicio: coloca una mano sobre tu abdomen, inhala por la nariz durante 4 segundos (siente cómo se eleva el abdomen), mantén el aire 4 segundos y exhala lentamente por la boca durante 4 segundos.
2. Ponle nombre a lo que sientes
Decir “estoy triste”, “me siento desesperado” o “estoy abrumada” ayuda a organizar los pensamientos y disminuye la intensidad emocional. Observa también cómo reacciona tu cuerpo en diferentes actividades diarias e identifica las emociones y sensaciones que reconoces.
3. Recuérdate que esta crisis pasará
Lo que sientes ahora no durará para siempre. Las emociones son como olas: fuertes, pero temporales. Cuando aparezcan pensamientos negativos, intenta generar alternativas que te brinden alivio o esperanza.
4. No tomes decisiones importantes en medio del dolor
Evita actuar impulsivamente. Esperar a que pase el momento de mayor intensidad emocional protege tu vida y tu bienestar.
5. Busca compañía inmediata
Hablar con alguien de confianza, o simplemente no estar solo, puede aliviar el peso de lo que sientes. Si no tienes a alguien cerca, puedes pasar tiempo con tu mascota o salir a caminar para conectarte con la naturaleza.
6. Usa tu plan de seguridad (si lo tienes)
Repasa tus señales de alerta, distracciones y contactos de emergencia. Si aún no tienes un plan, escribe uno ahora para que puedas usarlo en el futuro.
7. Rodéate de un entorno seguro y protector
Tu bienestar también se construye a partir del lugar en el que estás. Organiza tu espacio para que te brinde calma: usa música suave, luz cálida o aromas que te gusten. Ten a la mano objetos que te den paz o te recuerden momentos felices (fotos, recuerdos, colores agradables).
8. Activa tu cuerpo
Camina, estírate, date una ducha o toma agua. Realizar alguna actividad física que oxigene tu cuerpo ayuda a interrumpir los pensamientos negativos y a recuperar la sensación de control.
9. Acude a tus redes de apoyo profesional
Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza.
Si estás en Manizales, puedes comunicarte con la Línea 123, opción 3, disponible las 24 horas.
Si haces parte de la UAM, también cuentas con un amplio equipo dispuesto a apoyarte desde diferentes aspectos . Recuerda: no estás solo; pedir apoyo puede marcar la diferencia.
10. Haz un microplan para las próximas horas
Pequeñas acciones como comer, dormir o cumplir una sola tarea sencilla ayudan a recuperar energía y esperanza.
Las crisis no definen tu vida. Son momentos difíciles, pero pasajeros. Buscar ayuda no es un signo de debilidad: es un acto de valentía.
Prevención del suicidio
Como parte de esta conmemoración, la UAM realizó el evento “Conéctate con la Vida” en el Paseo de los Estudiantes: un espacio de encuentro, escucha activa y sensibilización donde estudiantes, docentes y colaboradores participaron en actividades lúdicas y pedagógicas sobre autocuidado emocional y redes de apoyo.
Además, la UAM participó en el evento externo “Presente Contigo, la fuerza del nosotros”, organizado por la Red de Prevención del Suicidio de Caldas y realizado en la Universidad Católica de Manizales. Allí, junto a otras instituciones, se llevó a cabo un cine foro dirigido a jóvenes y adolescentes entre los 14 y 23 años, que permitió reflexionar y construir conocimiento en torno a la salud mental, la identificación de signos de alarma y la creación de redes de apoyo y métodos de afrontamiento adecuados. También se desarrolló un foro con expertos en prevención del suicidio dirigido a directivos, colaboradores, voluntarios, estudiantes, familias y comunidad en general.